Llevo ya cerca de un año realizando carreras de montaña y quiero aprovechar esta entrada para dedicártela a tí que has realizado todas y cada una de estas carreras a mí lado, sin necesidad de pincharte un dorsal en el pecho has conseguido superarme en todos estos retos que me he propuesto por duros que hayan sido. Porque cada vez que cruzo la linea de meta tú ya estas ahí para devolverme el aliento, ese aliento que poco a poco vuelvo a consumir contándote una vez más la nueva batallita a la par que me van bajando las pulsaciones.
Batallitas que voy mezclando entre estiramientos y que siempre aguantas paciente entre el olor a final de carrera, te suena no?... Sabes muy bien a que huelen los finales de carrera ( para los elegidos huelen a gloria ) para el resto, a una mezcla bien compacta de reflex, sudor y bocata de butifarra.
En este año hemos visitado juntos algún que otro pueblecito, pequeños y perdidos pueblos de montaña que si una cosa tienen son belleza natural y frío, mucho frío, ese frío que yo tengo la suerte de ir sacandome de los huesos en cada kilómetro de carrera y que tú tienes que aguantar junto a los nervios esperándome en cada llegada, en todas y cada una de las rectas de llegada, cámara en mano, para dejar inmortilizadas las mejores de mís cansadas sonrisas. Siempre te busco, ahí , en el mejor tramo de la carrera, en esa bonita recta ballada y por muy cansado que llegue siempre consigo encontrarte entre la gente para cruzar una borrosa mirada y dedicarte un gesto complice.
Es por eso que con estas líneas quiero agradecerte todo ese tiempo que te quito entre semana cuando salgo a entrenar y todas las mañanas que te pasas esperándome en cada reto que afrontamos juntos. Yo espero seguir disfrutando muchos años más corriendo junto a tí, entre montaña y montaña deseando que sigas inmortilizandome en cada recta de meta.
Como ya he dicho al iniciar esta entrada, llevo casi un año en esta droga de las carreras de montaña, un año numerandome el pecho y saliendo en largas clasificaciones junto al puesto y el tiempo realizado. Tú en cambio estas siempre en todas y cada una de esas carreras, pero sin dorsal, sin numerarte, tú tiempo no saldrá nunca en esas listas, pero es ese tiempo el que yo nunca podré superar y el que tanto te agradezco.
A ti Yoli , gracias por estar siempre ahí...
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